El nuevo Suzuki S-Cross mide prácticamente lo mismo que el anterior. 4,30m de largo, 1,78m de ancho y 1,58m de alto. La batalla de 2,60m tampoco cambia con el anterior. Respecto a la motorización únicamente tenemos una versión de gasolina con hibridación ligera de 48v que rinde 129cv para todas las versiones del S-Cross que le otorga la etiqueta ECO. Se ofrece en 3 acabados (S1,S2 y S3) con equipamientos cerrados. De serie desde el acabado más básico encontramos detalles de equipamientos realmente buenos, como unas llantas de 17”, una pantalla de 7” con conectividad plena para móviles, unos faros delanteros de led, control crucero adaptativo o una cámara de visión trasera. En esta presentación todos los S-Cross contaban con los acabados más altos S3 en cual destaca el entre el equipamiento más completo, un techo de cristal corredizo que por cierto se abre muchísimo el cristal y da mucha luminosidad al interior, una nueva pantalla de 9” con navegador, conectividad plena y una cámara 360 grados y una tapicería mixta cuero/tela.

El interior sigue siendo prácticamente el mismo, en el cual destaca ahora una mejoría en la percepción de algunos de los acabados, como en el salpicadero con una zona con mullido acolchado. Su maletero de 430 litros está dentro de la media del segmento, con una boca de carga muy cómoda, gracias a su posición tan bajita y que está enrasada con el piso del maletero. Las plazas traseras no ofrecen muchos accesorios, pero si que nos incluye un pequeño hueco en la puerta perfecto para una botellita, y un apoyabrazos central con dos portabebidas. Es una segunda fila de asientos perfecta para dos adultos de hasta 1,80m debido a que la altura libre del techo a la cabeza no es la mejor del mundo, sin embargo para piernas si que tenemos un buen espacio. La plaza central es estrecha y algo más dura, pero nada exagerado en comparación con otros modelos de la competencia. El túnel de transmisión es algo abultado debido a que este S-Cross cuenta con versiones con tracción integral.

Las plazas delanteras son espaciosas y cómodas. El cambio más importante se encuentra en el centro del salpicadero, ya que ahora se integra una pantalla de 9” con navegador, conectividad plena para móviles (Apple Car Play inalámbrico), cámaras 360 grados… Es una pantalla con unos gráficos y táctiles correctos, aunque le falta algo de fluidez, algún botón físico para ir a los menús principales y que se marcan algo las huellas de nuestros dedos, aunque como os comentaba, es una pantalla que ha dado un gran paso adelante en comparación con la anterior. La pantalla TFT de 4,2” ha mejorado sus gráficos e información, aunque el paso de una info a otra, se realiza a través de un pitorro que nos obliga a desviar la mano del volante a la hora de ir conduciendo.

En conducción no notamos muchos cambios con el anterior, ya era un SUV que iba francamente bien. Su mecánica de 129cv puede parecer escasa, pero para nada, mueve de maravilla los 1300kg que pesa este vehículo, un peso algo liviano. Y es que se nota que llevamos un bloque de gasolina con cuatro cilindros y turbo. Este 1.4 BoosterJet entrega los 129cv a las 5.500rpm y 235Nm de par máximo entre las 2.000 y 3.000rpm realizando consumos por debajo de los 7 litros. Este consumo tan bajo se debe, aparte de un bajo peso, a que este motor está unido a una hibridación ligera de 48V que aporta la etiqueta ECO y una mayor suavidad al arranque, 14cv de potencia extra en situaciones que le solicitemos algo más de potencia y gracias a las inercias y frenadas recarga su pequeña batería de iones de litio.

Este motor puede escogerse con un cambio manual de 6 velocidades o con un cambio automático de 6 relaciones de tipo convertidor de par. En este caso probamos el cambio automático, el cual funciona de maravilla, sin meter ni un solo tirón, aunque tampoco es de los más rápidos que hemos probado. Se puede jugar con el cambio gracias a las levas que tenemos detrás del volante. La tracción puede ser o delantera o All Grip Select, la cual mejora la motricidad fuera de asfalto y ofrece un plus de seguridad en zonas de hielo o nieve.

La suspensión es uno de sus puntos fuertes, ya que filtra de manera más que correcta los baches del día a día y ofrece una buen confortabilidad a la hora de realizar viajes largos en carretera. Sin embargo en carretera de montaña con muchas curvas notamos que la carrocería transmite balanceos debido a que es blanda. Los frenos frenan correctamente este S-Cross y respecto ayudas a la conducción tenemos abundantes para mejorar la experiencia de conducción (Control crucero adaptativo, sensor del ángulo muerto, cámaras 360 grados, aviso del cambio de carril con corrección del volante, frenada de emergencia automática tanto delantera como trasera, aviso de fátiga y reconocimiento de señales de tráfico entre otras). Uno de los puntos mejorables de este S-Cross es la insonoridad, ya que se cuela algo de ruido de rodadura y del motor de gasolina, aunque por suerte es un motor que tiene un sonido fino y agradable.

Los precios para este S-Cross en su lanzamiento al mercado parten de los 24.950 euros de la versión S1 con cambio manual y tracción delantera, hasta los 32.800 del S3 con cambio automático y tracción total, vamos como el que estáis viendo en este vídeo.