El Jeep Renegade se trata de la propuesta B-SUV de la marca estadounidense perteneciente al grupo Stellantis. Este Renegade tiene personalidad propia, ya que tiene un aspecto más campero que el resto de sus rivales y es que se nota que estamos ante un Jeep. Mide 4,23m de largo por 1,80m de ancho y 1,69m de largo. Su batalla es de 2,57m. Se ofrece con motores de gasolina de 120cv y 150cv, este último asociado siempre a un cambio automático de doble embrague. En diesel tenemos el 1.6 Multijet de 130cv y luego tenemos una versión híbrida enchufable de 240cv que luce la etiqueta 0 emisiones.

Esta propulsión es la única que consta de una tracción 4×4, denominada 4xe, y se consigue instalando el motor eléctrico de 60cv en el eje trasero, con la misión de mover dicho eje, por lo que no hay conexión física entre el eje delantero y el trasero.

Dicho motor eléctrico está alimentado de una batería de iones de litio de una capacidad de 11,4Kwh, que se puede cargar a una potencia máxima de 7,4Kw en 1,7 horas y si lo conectamos a una toma de casa se cargará en unas 5 horas. Con la batería cargada la marca homologa que podremos circular en modo 100% eléctrico hasta 44km.

Existen dos acabados para las versiones 4xe: TrailHawk y S. Nuestra unidad cuenta con el acabado S, en el que destaca una estética más deportiva con los logos en gris oscuro y unas llantas de 19” también pintadas en ese tono gris. Todos los bajos del Renegade están forrados en plástico negro e incluso el parachoques trasero es entero en dicho plástico, y menudo detallazo han tenido en Jeep, ya que nos han sacado una salida de escape de verdad.

El diseño de este Renegade no deja indiferente a nadie y es que la estética es muy cuadrada, esencia de Jeep, con una trasera muy vertical, unos pasos de rueda muy grandes, cuadrados y ensanchados, y un frontal imponente con la típica parrilla con 7 aberturas que se une a los faros redondos que dan carácter al coche. Por cierto el color de nuestra unidad es el Azul JetSet, y podríamos configurarlo en tonos bicolores con el techo en negro.

El interior del Renegade nos muestra una calidad correcta de sus materiales, aunque todo es en plástico duro pero de un buen anclaje. Vemos detalles en el interior muy Off Road, como los logos del frontal de Jeep por varios lugares, Jeeps antiguos e incluso un montañista simulando la escalada a una cima de montaña. El salpicadero cuenta con un diseño original con una tecnología correcta, ya que cuenta con un sistema de infoentretenimiento de 8” con navegación firmado por Tomtom con aviso de los radares, conectividad plena para móviles, información variada para la propulsión híbrida enchufable y una cámara de visión trasera de una calidad algo justa. El climatizador se encuentra justo por debajo de esta pantalla central, situada en una posición algo baja por cierto, y se maneja todo con botones físicos, aunque también existe la posibilidad de manejar todo el sistema desde la pantalla.

En la parte central y más baja del salpicadero tenemos todos los juguetes para jugar fuera de asfalto que luego explicaremos más adelante. El puesto de conducción es muy de SUV, con un asiento algo elevado y un volante que se regula de mil maneras para encontrar una situación adecuada. Hablando del volante es completamente redondo y encontramos mandos en el volante para manejar diversas ayudas a la conducción, movernos por la instrumentación y manejar el sistema multimedia. La instrumentación está bien resuelta, ya que es semidigital, con agujas para el cuenta revoluciones y para el potenciómetro del motor eléctrico a los laterales y en el centro una pantalla centra con diversa información sobre consumos, propulsión, ayudas a la conducción…

Los asientos delanteros están forrados en cuero (opcionalmente) y ofrecen una buena confortabilidad. Como punto negativo encontramos que no agarran bien a la hora de afrontar curvas.

Las plazas traseras cuentan con un acceso algo pequeño, pero a favor tiene que la puerta de abre prácticamente 90 grados. Dentro encontramos un espacio correcto para todo tipo de personas, destacando que la altura libre de la cabeza al techo es excelente ya que es un coche muy cuadrado por fuera, y el espacio para las piernas es más ajustado. La banqueta está forrada en cuero como las plazas delanteras y el respaldo lo encontramos un poco recto. Como accesorios vemos una salida USB, un apoyabrazos y huecos en los asientos delanteros para alguna revista. La plaza central es estrecha y dura y el túnel de transmisión es algo abultado, por lo que la reservaremos para usos esporádicos.

El maletero, de apertura manual en todas las versiones, nos esconde 330 litros. Las formas son regulares y la boca de carga es cómoda para meter todo tipo de objetos. El piso se puede colocar en dos alturas y encontramos en la zona más baja el cable de carga para el sistema híbrido. Si no llevamos a nadie en las plazas traseras, se pueden abatir los asientos en disposición 60/40 llegando a los 1277 litros con un piso completamente plano.

En marcha con el Renegade 4xe, notamos un coche cómodo para la ciudad, aunque a la hora de afrontar alguna carretera de curvas, un poco torpe, debido a su estética tan cuadrada. La propulsión híbrida enchufable consta de un motor de gasolina 1.3 Turbo de 4 cilindros y 179cv unido a un motor eléctrico de 60cv situado en el eje trasero y encargado de mover dicho eje trasero. La unión de estos dos motores dan una potencia máxima de 240cv. La caja de cambios es automática de 6 velocidades de tipo convertidor de par con gestión manual desde la propia palanca, no cuenta con levas, algo que se echa algo en falta. Esta propulsión mueve de maravilla los 1770kg que pesa este Renegade, tanto con la batería del sistema eléctrico cargada como sin ella cargada. El consumo homologado es de 2,1 litros cada 100km, un consumo que dependiendo del modo de conducción y de si tenemos carga en la batería, variará bastante.

Tenemos varios modos de conducción (Hybrid, Electric y e-Save) para gestionar la propulsión híbrida. En el modo e-Save podemos elegir si queremos que el coche mantenga la carga que tiene para usar más tarde, o incluso cargar la batería con el motor de gasolina, un modo poco recomendable de usar ya que dispara los consumos a los 10 litros. De normal este Renegade va a gastarnos alrededor de los 7 litros y en el modo híbrido con carga en la batería es fácil verle por debajo de los 6 litros. Un punto negativo de este Renegade 4xe es que tan solo tiene 36,5 litros de depósito de gasolina, y nosotros con un tanque tan solo hemos llegado a recorrer 400km, por lo que tocará parar mucho por las gasolineras.

Respecto a la experiencia de conducción, hemos de decir que es un coche cómodo, con una dirección algo más asistida de lo deseado y que no es muy directa. La suspensión es confortable en viajes largos y ciudad, aunque algo seca en algunos baches. La visibilidad es buena gracias a unas ventanas grandes y la insonoridad está conseguida aunque no es la mejor del mundo, debido a que es un coche poco aerodinámico.  Los frenos paran correctamente a este Renegade y con el modo de mayor retención ganaremos batería e incluso hará que no tengamos que pisarlos tanto, por lo que nos aguantarán bastante tiempo las pastillas de freno.

En el apartado de las luces, gracias al acabado S cuenta con los faros de carretera inteligentes SmartBeam en Led con activación de las largas automáticas. En la trasera la luz del freno es en Led también, pero todo lo demás como vemos es en halógeno y en el interior la iluminación de los plafón más de lo mismo. Los precios para este Renegade parten de los 19384 euros, mientras que nuestra unidad con el acabado S y varios extras citados se va a los 39876 euros con los descuentos y promociones de la marca en la fecha de publicar esta prueba.

Si en carretera el Renegade no es de los mejores del segmento, nada tiene que ver con sus rivales cuando salimos de la rutina, y es que se nota que estamos ante un Jeep. Tenemos un selector de modos de conducción para rodar fuera de asfalto: Snow y Sand Mud que sería para tierra y barro. Al lado hay una ruleta con unos botones que son para activar el control de descenso, el 4WD LOCK y el 4WD LOW. Con estos dos últimos modos electrónicos lo que hace es forzar a la propulsión a ir siempre con 4 ruedas motrices hasta una velocidad de 15km/h, por lo que fuerza a funcionar al motor eléctrico del eje trasero. Aún sin batería el coche como guarda el 1-2% de carga, el Renegade tracciona de maravilla con las 4 ruedas. Podemos ir por pistas rotas, por zonas con bastante barro, que el Renegade sale sin problemas, incluso en el modo Auto, aunque si se pone la cosa algo fea siempre tendremos los juguetitos antes mencionados. La altura libre al suelo es de 18,6cm en esta versión con un ángulo de entrada de 19 grados, el ventral de 16 y el de salida de 27 grados, con una capacidad de vadeo de 40cm. Son unos datos correctos para realizar rutas sin muchas preocupaciones, de hecho no llegamos a dar en ningún momento a los bajos, pero si que es verdad que las llantas de 19” penalizan fuera de asfalto. La suspensión funciona genial, filtrando bien los baches, con una dureza correcta para no ir rebotando en el interior y los recorridos son largos para asegurar el agarre en desniveles. La dirección al estar un poco desmultiplicada y asistida, es perfecta, sn embargo los asientos delanteros no agarran muy bien el cuerpo en curvas. Nos ha sorprendido bastante lo bien que va por este tipo de pistas, y sin duda alguna es el rey del segmento en este aspecto.

Si vas a sacar mucho este Renegade fuera de asfalto por zonas complicadas es mejor pasar al acabado TrailHawk que cuenta con mejores cotas, por ejemplo la altura libre al suelo es de 20cm, tiene un modo Rock para arena suelta, protecciones en los bajos y llantas de 17” entre otras cosas…