El Mazda CX-5 recibe un restyling para ponerse al día en este 2022 y además integrar la última tecnología en su interior. El diseño Kodo ha sido mejorado en este nuevo CX-5, y es que no solo se trata de un simple diseño, sino que también simboliza para Mazda la filosofía del “alma del movimiento”. Los cambio más importantes se centran en el rediseño de sus faros, tanto delanteros como traseros, añadiendo una nueva firma lumínica y unos parachoques más estilizados. Además la parrilla delantera cambia el contorno interno.

A este CX-5 2022 se le añade un nuevo acabado y color, justo el que estamos probando hoy. Se trata del acabado Newground con el color Zircon Sand metalizado. Gracias a este acabado y color, el coche tiene un aspecto algo más campero, con detalles tan importantes como parte de los bajos en color plata. También se observan detalles en color verde lima tanto en la parrilla delantera como en el interior (costuras de los asientos, aireadores…). Gracias a este acabado tendremos un CX-5 con un equipamiento más que correcto y con abundantes ayudas a la conducción como el control del ángulo muerto, la corrección del cambio involuntario de carril o las cámaras de 360 grados.

Respecto a los motores, el CX-5 no ofrece ningún tipo de hibridación, por lo que todos luces la etiqueta C en el parabrisas. En gasolina podremos optar por dos motores atmosféricos de cuatro cilindros: el 2.0 Skyactiv-G de 165cv con cambio manual de 6 velocidades y 4×2 y el 2.5 Skyactiv-G de 194cv con desconexión automática de cilindros, cambio automático y tracción integral o delantera. En diésel tenemos un bloque motor de cuatro cilindros con turbo, de 2.2 litros de cilindrada con potencias de 150cv y 175cv, el primero únicamente con cambio manual y tracción delantera y el más potente solo automático de 6 velocidades y tipo convertidor de par (como el gasolina de 194cv) y la tracción se puede escoger entre la delantera o la integral.

En el interior encontramos pocos cambios con el anterior, y eso es bueno, ya que cuenta con una alta calidad de materiales. El cambio más grande lo vemos en el sistema de infoentretenimiento que ahora es de 10,25” desde el acabado Origin y cuenta con cámara trasera y conectividad plena para Apple y Android. Si vamos subiendo de acabados en este CX-5 se incluirá un sistema de navegación, el sistema de sonido BOSE y las cámaras 360 grados, que integra nuestro Newground. La instrumentación también cambia levemente su diseño y pasa a tener la que vimos en el CX-30 y en el Mazda 3. Tanto la instrumentación como la pantalla central se ven de maravilla y tienen un paso de menú a menú rápido. Otro de los cambios lo encontramos en los asientos, de nueva factura, y en el caso de este acabado más campero, son en cuero y alcántara además de contar con calefacción. Son muy confortables y cuenta con regulación eléctrica para el asiento del conductor.

Las plazas traseras nos acogen con la misma calidad que las delanteras, gracias a la banqueta trasera en una tapicería mixta de alcántara y cuero. El espacio es muy generoso tanto para piernas como para cabeza, por lo que viajar en ellas va a ser todo un placer. El respaldo puede inclinarse unos pocos grados, para ir algo más tumbados. La plaza central es algo más estrecha y con un mullido algo más duro, debido que tenemos un apoyabrazos central. Su túnel de transmisión es algo abultado y se recomienda esta plaza para trayectos cortos o para niños. Como detalles, encontramos muy buenos materiales en los paneles de las puertas, aireadores en la consola central y variedad de huecos para depositar objetos.

El maletero es de apertura y cierre eléctrico, y dentro la capacidad no está mal, pues ofrece 510 litros con unas formas regulares, lo que se traduce en unos 5 litros más que el anterior. Debajo del piso encontramos el kit antipinchazos. Para abatir las plazas traseras, tiraremos de los dos tiradores que encontramos a los lados del maletero, sin tener que acudir a las plazas traseras para ello, algo que se agradece.

Y ya puestos en marcha con el Mazda CX-5, notamos un alto confort de marcha gracias a una buena insonoridad en su interior, y a que su motor es muy brillante. Este bloque diésel de 150cv responde muy bien a bajas vueltas, entregando un par máximo de 380Nm desde las 1.800rpm. Sin duda es un motor perfecto que sube genial de vueltas y mueve con mucha soltura los 1687kg que pesa este CX-5. A este motor, está asociada una caja de cambios manual de 6 velocidades con un escalonamiento de marcha correcto, rodando en sexta a 120km/h a 2.000rpm. Respecto a los consumos, homologa 5,6 litros, aunque en la realidad mezclando todo tipo de vías en más de 500km, nos marcó el ordenador de a bordo 6,2 litros, por lo que la relación eficiencia/consumo es muy buena. El pomo de marchas es de lo más destacable del vehículo, gracias a su precisión entre marcha y marcha, con recorridos cortitos al igual que la palanca, algo que hace que te encante cambiar de marcha en todo momento.

La dirección es precisa, y  aunque no informa del todo bien de lo que pasa en el eje delantero, tiene una dureza correcta, sin poder incidir sobre ella ya que este CX-5 no tiene modos de conducción, algo que no se echa en falta, ya que el paso por curvas es excelente, de los mejores de su segmento, y esto se debe a que cuenta con un sistema el cual lo llaman G-Vectoring control Plus. Dicho sistema controla el par suministrado en curvas, entregando menos potencia a la entrada de la curva y aumentándolo a la salida, lo que hace que se mueva sensacionalmente y nos de la sensación de que coche y conductor están íntegramente conectados, lo que los japoneses denominan como Jinba-Ittai, la perfecta unión entre coche y conductor, cual jinete con su caballo. La suspensión es de un tarado en mi opinión correcto, filtra correctamente lo baches y gracias al sistema anteriormente comentado hace que no balance en exceso el vehículo y que dentro no nos movamos tanto lateralmente, a la hora de pasar por una curva o giro. Los frenos son correctos y el tacto del pedal es agradable a la vez que progresivo.

El Mazda CX-5 desde el acabado más básico cuenta con faros Full LED con activación de las largas automáticas, aunque en las versiones más altas son matriciales. Por lo demás todo es en LED hasta en su interior. Los precios para el CX-5 parten de los 32.086 euros, mientras que nuestra unidad se va hasta los 38.136 euros en el momento de realizar esta review.