El Mercedes GLC es uno de los SUV que componen la amplia gama alemana. Acaba de estrenar su segunda generación, y eso conlleva nuevo diseño, tecnología a bordo y propulsiones.

Mide 4,71M de largo, 1,89M de ancho, y 1,64M de alto. Se ofrece en versiones gasolina 200 y 300, y diésel 220d y 300d. Estas propulsiones integran microhibridacion de 48V, por lo que les corresponde etiqueta ECO. Como alternativa, también hay dos propulsiones híbridas enchufables, una gasolina denominada 300e, y otra diésel, 300de, a las cuales las corresponde la etiqueta 0 emisiones. Todas estas versiones disponen de cambio automático de tipo convertidor de par y 9 relaciones, y tracción a las cuatro ruedas 4MATIC.

En su diseño, encontramos un frontal más estilizado y refinado pero más deportivo gracias al pack AMG Line, con la parrilla cromada y detalles en negro para contrastar con el color blanco polar de la carrocería. En el lateral destacan las llantas AMG de 20 pulgadas y en la trasera encontramos faros alargados y un difusor negro que integra dos cromados que simulan ser salidas de escape.

En el interior encontramos un diseño renovado al estilo de los nuevos modelos de la marca, como el Clase C. El sistema MBUX ya está dividido en la pantalla del cuadro de instrumentos de 12,3″ y en la pantalla del sistema multimedia de 11,9″ en disposición vertical, para aprovechar mejor el espacio de la consola central. Todo tiene un aire más minimalista, ya que predomina la ausencia de botones, siendo táctiles los únicos que se encuentran junto a la pantalla y en el volante. El sistema multimedia es super completo, con conectividad plena inalámbrica, navegación, cámaras 360, menús de información referentes a la conducción e incluso un menú off road para sacar el máximo partido a la tracción 4MATIC.

Los asientos son sensacionales, cómodos y con todo tipo de reglajes eléctricos, integrando calefacción en 3 intensidades y memorias. Este GLC 220d integra sonido Burmeister y techo panorámico practicable. Respecto a las calidades, son buenas aunque hemos percibido algún crujido en la zona del salpicadero.

Las plazas traseras son bastante amplias y aprovechables, pudiendo viajar cómodamente respecto al espacio. Sin embargo, hemos notado más firmes de lo habitual los respaldos de las plazas de los laterales, algo que puede ser pesado si viajamos durante varias horas. La plaza central es más estrecha y el túnel de transmisión es algo grande, por lo que la usaremos para trayectos más cortos. Disponemos de clima trizona para poder regular aquí atrás la temperatura y el caudal del aire.

El maletero es de apertura eléctrica y dentro encontramos 600L de capacidad, 50L más que la generación anterior. Debajo del piso hay un hueco grande para poder dejar más cosas además del kit reparapinchazos. Si abatimos los asientos de las plazas traseras obtendremos un total de 1640L.

En marcha, podemos apreciar una gran puesta a punto de esta propulsión diésel de 197cv y 440nm de par. Es un motor muy equilibrado en cuanto a respuesta y a consumos. Tiene un empuje notable, siendo versátil en todo tipo de adelantamientos, y con un consumo que estará por debajo de 6L en una conducción diaria normal. En ciudad, estaremos en torno a 6,7L, por lo que nos ha parecido un consumo contenido tratándose de un coche que pesa 2 toneladas y tiene tracción a las 4 ruedas. El cambio automático es suave y facilita las transiciones de manera sobresaliente.

Las suspensiones nos han dejado un sabor agridulce: por un lado, son muy firmes y estables en el paso por curva, dando una gran sensación de seguridad; por otro lado, esa firmeza nos parece algo seca a la hora del filtrado de irregularidades del asfalto. La dirección se modifica en dureza según el modo de conducción que activemos, por lo que la podremos acomodar a nuestro gusto. En cuanto a las ayudas a la conducción, integra lo esperado: aviso de ángulo muerto, aviso de precolisión, control crucero, head up display, cámaras 360 con sensores… Funcionan bien aunque a veces son excesivamente molestos los pitidos de los avisos.

Respecto a la iluminación, nuestra unidad de pruebas equipa los faros Digital Light, que proporciona un alumbrado impecable gracias a su novedosa tecnología que funciona como un proyector a la hora de analizar los elementos y circunstancias de la vía en la noche. Los precios parten desde 59.900€ y nuestra unidad de pruebas está en torno a los 79.200€. Aquí tienes la videoprueba: