Mitsubishi apuesta fuerte por las propulsiones híbridas enchufables en sus dos Suv’s. Hoy vamos a probar el nuevo Eclipse Cross, que ahora llega con una estética más refinada y en dimensiones solo cambia que es 14cm más largo que el anterior debido a la robustez de sus parachoques.

Los acabados disponible para este modelo son los Motion, Kaiteki y Kaiteki+ con equipamientos cerrados y siendo el de nuestra unidad este último. La diferencia más clara al contar con el acabado Kaiteki+ es que tenemos un techo solar corredizo partido en dos mitades y los bajos en vez de estar forrados en plástico negro, van pintados en el color de la carrocería. Por cierto hay 4 colores de carrocería, y el nuestro es el Blanco Diamond que tiene un sobrecoste de 800 euros.

La propulsión híbrida enchufable siempre está unida a una tracción total denominada en la marca como Super All Wheel Control, y consta de un motor de gasolina de 2.4 litros con 4 cilindros e inyección indirecta que rinde 98cv, unido a dos motores eléctricos, uno en el eje delantero de 82cv y otro en el eje trasero de 95cv que se encarga de mover las ruedas traseras, por lo que no existe una conexión física entre el eje delantero y el trasero. En conjunto dan una potencia total de 188cv y todo este sistema es gestionado por una caja de cambios automática de una sola velocidad.

Hablemos de la estética exterior, y es que es un SUV que causa sensaciones gracias al lenguaje de diseño de la marca. El frontal similar a toda la gama Mitsubishi gracias a la parrilla Dynamic Shield, que es imponente y divide a través de un cromado la parrilla, los faros principales y de antiniebla, en este caso de led y la firma lumínica con los intermitentes. Otro detalle que nos ha encantado es que su matrícula es de las pequeñitas y que la parte central en negro brillante sobresale bastante para dar carácter a este Suv.

El lateral destaca por sus líneas de tensión tan marcadas pasando por los tiradores, unos pasos de rueda ensanchados y con una parte en plástico negro, el logo Plug-In Hybrid bien grande y unas llantas de 18” bicolor que contrastan genial con las barras del techo y los cromados que bordean las ventanas.

La trasera incorpora novedades, sobre todo la más importante es que deja a un lado la luneta partida del anterior modelo y pasa a tener una luneta de una sola pieza. Los faros en disposición vertical y forma de L bordean dicha luneta. Existen dos pequeños Spoiler que le sientan de 10 y la parte central del portón tiene forma hexagonal y encontramos las letras Eclipse Cross en grande justo debajo del logo de la marca. Los bajos siguen pintados en el color de la carrocería con la zona más baja en negro piano y 3 protecciones.

Respecto a la carga de la batería que alimenta a los motores eléctricos, que por cierto es de iones de litio con una capacidad de 13,8KWh, este Eclipse Cross se puede enchufar a la red eléctrica contando con hasta una toma de carga rápida. Conectándolo en casa a través del enchufe de toda la vida, lo cargaremos entero en 6 horas, en uno de 3,6Kw en 4 horas y en un cargador rápido a 22KW en corriente continua tardaríamos 25 minutos en cargar del 0 al 80%. Con la batería cargada al 100% este SUV es capaz de recorrer en modo completamente eléctrico 45km.

El interior del Eclipse Cross nos acoge con una calidad de materiales correcta y una tecnología que sin llegar a ser la más puntera del mercado, es apta para todos los públicos y fácil de entender. Ejemplo de ello es el nuevo sistema de infoentretenimiento de 8” táctil que cuenta con mapas firmados por Tomtom, aplicaciones para Apple y Android, cámaras 360 grados, múltiple información sobre la propulsión híbrida con hasta un monitor de energía… Como podéis leer cuenta con todo lo necesario pero los gráficos se ven algo desactualizados a día de hoy. La instrumentación es analógica y cuenta con una pantalla TFT central donde podremos ver variada información sobre los consumos, autonomía y flujo de energía entre otros. Para manejarnos por esta pantalla TFT lo tendremos que hacer desde unos botones situados detrás del volante. Por encima del volante incorpora un HUD que se proyecta en un cristal de metacrilato, y en el podemos ver las ayudas a la conducción, la velocidad en digital y el reconocimiento de señales entre otras cosas.

Los asientos delanteros gracias al acabado más alto, están forrados en cuero de buena calidad y cuenta con regulaciones eléctricas y calefacción en dos intensidades para mejorar la confortabilidad en invierno. La consola central nos integra un mando para manejar el cambio automático, los modos de conducción y propulsión y el freno de mano eléctrico con AutoHold. También nos integra dos portabebidas y un cofrecentral con un apoyabrazos central que mejoran la ergonomía. El volante es completamente redondo y de un diseño correcto, integrando mandos en el volante para manejar el sistema de sonido y las ayudas a la conducción.

Una pega que encontramos en estas plazas delanteras, es que encontramos abundante negro brillante, un material que se araña y mancha con facilidad. Lo vemos en el centro del salpicadero, consola central y una parte del volante. Por lo demás son unas plazas delanteras confortables, con todo lo necesario y buen espacio para los ocupantes delanteros.

Las plazas traseras cuenta con un buen acceso gracias a una apertura de la puerta de casi 90 grados y dentro encontramos una banqueta de cuero que cuenta con calefacción en tres intensidades para las plazas laterales. Sobre el espacio disponible pues os podemos contar que el espacio para la cabeza es más que correcto y el espacio para piernas más de lo mismo, por lo que aquí personas de hasta 1,85m pueden ir sin ningún tipo de problemas. Vemos detalles interesantes como es el apoyabrazos central con dos portabebidas, el respaldo de la banqueta se puede regular en varias posiciones, existe una salida de mechero, dos bolsillitos en los asientos delanteros y techo solar específico para estas plazas. La plaza central tiene un mullido más duro debido al apoyabrazos y cuenta con un espacio más justo en anchura, aunque no es tan estrecho como otros modelos de su segmento.

El maletero es de apertura manual en todas las versiones y se echa un poco en falta la apertura eléctrica debido a que tiene un peso algo elevado. La capacidad máxima es de 404 litros, por lo que es algo justa aunque suficiente para ir de viaje en familia. La boca de carga está enrasada con el piso del maletero aunque está en una posición algo elevada. Debajo del piso se encuentran los cables de carga (tanto el Schuko como el tipo 2) y la batería de 12V del vehículo. Si necesitamos más espacio siempre podemos abatir las plazas traseras en una disposición 60/40 desde las plazas traseras llegando a los 1.153 litros.

En marcha el Eclipse Cross híbrido enchufable se muestra un coche cómodo y silencioso en parte gracias al motor eléctrico. Tenemos varios modos de conducción para este SUV (Eco, Normal y Tarmac) todos ellos varían las respuesta del acelerador y la dureza de la dirección, que tiene un tacto correcto y confortable en todo tipo de vías. Otros modos de conducción son los Gravel y Snow, específicos para rodar fuera de asfalto. Dependiendo de las circunstancias y de la carga de la batería que tengamos, podemos ir en modo 100% eléctrico, en modo híbrido manteniendo la carga para cuando nos interese gasta la batería o incluso existe un modo Charge, que permite cargar la batería en media hora rodando con él gracias al motor de gasolina.

Estos tres propulsores hacen que este Eclipse Cross se mueva de manera correcta hasta con el coche cargado, eso sí, sin esperar un comportamiento y un empuje sobrado. Acelera de 0 a 100Km/h en 10,9 segundos y tiene una velocidad máxima de 162km/h, unas cifras correctas. El peso de este SUV es elevado, algo que también se nota a la hora de acelerar, y es que sobre la báscula marca 1.985kg.

Los consumos son muy relativos ya que depende de si tenemos o no carga en la batería para el sistema de propulsión eléctrica. Con carga y circulando en modo híbrido es fácil rodar los 5-5,5 litros cada 100km, mientras que con la batería descargada o en el modo SAVE que mantiene la carga de la batería, los consumos en un viaje largo por ejemplo son de 8,5 litros. Si ya decidimos usar el modo Charge, donde el motor de gasolina se encarga de mover el coche, a la vez que recargar la batería, el consumo se dispara hacía los 10 litros, por lo que estos tipos de vehículos lo recomendable siempre es cargarlo en un punto de carga.

El comportamiento dinámico de este Eclipse Cross es excelente en el día a día en ciudad y en carretera abierta, gracias a su buen aislamiento acústico y a que su suspensión tiene un tarado blando que filtra todo tipo de baches genial. Sin embargo en una zona de curvas notamos que la carrocería balancea un poco debido a esa suspensión tan blandita, lo que hace que sea un coche algo torpe en carretera de montaña por ejemplo.

La tracción total funciona genial, aunque si no tenemos carga en la batería el coche pasa a ser un tracción delantera siempre, debido a que el eje trasero como os comentaba es movido por un motor eléctrico.

Respecto a las ayudas a la conducción, todas funcionan correctamente y en este caso nuestra unidad con el acabado más alto incluye un control crucero adaptativo con Stop and Go, aviso de precolisión con frenada de emergencia, sensores de aparcamiento con cámaras de 360 grados, reconocimiento de señales de tráfico, aviso del ángulo muerto y el aviso del cambio involuntario de carril pero sin corrección de volante, algo que se echa en falta.

Los precios para este Eclipse Cross PHEV parten de los 28.000 euros hasta los 34.000 euros de nuestra unidad con las ofertas y promociones de la marca y aplicando el descuento de 5.000 euros del Plan Moves III.