Todos sabemos que las berlinas están en peligro de extinción, también sabemos que su comportamiento en carretera es mucho mejor que el de los Suvs e incluso a veces la capacidad del maletero es superior, pero las modas son las modas. Peugeot sigue apostando por su berlina de representación, el 508. Un modelo muy conocido por Loading Cars, y es que ya lo hemos probado en dos ocasiones con el motor de gasolina de 180 y 225cv. Hoy toca probar la versión más ecológica, el 508 Hybrid. Se ofrece en varios acabados: Allure Pack, GT, Allure, GT Pack y la versión deportiva PSE. Nuestra unidad cuenta con el acabado GT. Su propulsor consta del motor de gasolina 1.6 Puretech de 4 cilindros que rinde 180cv asociado al cambio automático EAT8 y unido a un motor eléctrico de 109cv con una tensión nominal de 300V. Por cierto su tracción siempre es delantera.

Esta propulsión híbrida enchufable le otorga la etiqueta 0 emisiones de la DGT, una autonomía de hasta 54km en modo 100% eléctrico y una potencia máxima combinando las dos mecánicas de 225cv. Respecto a la batería que alimentan al motor eléctrico, son de iones de litio, van colocadas debajo de la banqueta de las plazas traseras, tienen una capacidad de 11,8KWh y una garantía de 8 años o 160.000km. Respecto a la carga de la batería, podremos autorrecargarla usando el modo Sport con el motor de gasolina, o enchufando el coche a una toma de corriente.

De serie nos incluye un cable de carga doméstico, que conectaríamos a cualquier enchufe de nuestra casa, y tardaríamos en cargar la batería unas 7 horas. Podríamos instalar un Wallbox en casa y opcionalmente por 300 euros comprar un cable que carga a unos 7,4KW y podríamos cargar la batería en tan solo 1 hora y 45 minutos.

Exteriormente el 508 Hybrid se diferencia realmente poco de un 508 gasolina o diésel. Si queremos darnos cuenta de que estamos ante la versión híbrida, tendremos que fijarnos en el pilar C donde nos pone el emblema Hybrid, en la doble boca de carga, una a cada lateral, y en la etiqueta 0 emisiones, en vez de la C de los 508 con motor de combustión interna.

En el interior encontramos un diseño muy futurista gracias al puesto de conducción I-Cockpit de Peugeot. Esta filosofía como ya hemos visto en otros modelos de la marca, se trata de un volante pequeño y achatado por su parte superior e inferior, una instrumentación completamente digital que se divisa desde arriba del volante y un sistema de infoentretenimiento de 10” con navegador, datos en tiempo real del sistema híbrido, conectividad plena para Smartphones y cámara de visión trasera (opcionalmente podríamos tener cámara de 360 grados con aparcamiento asistido). Este puesto de conducción no agrada a todo el público, pero a mi en este caso me ha venido como anillo al dedo, aunque hemos de decir que el volante lo posicioné en la zona más baja. La calidad de acabados de este interior es bastante buena, con goma acolchada en casi todo el salpicadero.

La consola central es alta y ancha, separando de manera clara los dos asientos delanteros. Hablando de los asientos, en esta unidad equipa los opciones por unos 1000 euros, un extra que merece mucho la pena desembolsar. Están forrados en cuero en la parte exterior y en el interior en alcantara con un calor claro. Incluyen ajustes eléctricos con memoria para dos personas, calefacción en tres intensidades y lo mejor de todo es que cuentan con cinco tipos de masaje pudiendo variar su intensidad. Respecto a los huecos, existen bastantes tanto en la consola central (un gran cofre, dos portabebidas, carga por inducción para el móvil opcional y un hueco al lado de la caja de cambios para dejar el móvil o la cartera) como en las puertas y hay que destacar la gran capacidad de su guantera. Un detalle de calidad es que todos los huecos están tapizados en fieltro para no arañar las superficies.

Las plazas traseras siguen teniendo la misma gran calidad de materiales que las delanteras. El acceso a ellas es algo complicado debido a la caída tan pronunciada del techo. El espacio en el interior es bueno para piernas, pero para cabeza se ve penalizado por la forma coupé del coche. Dispone de salidas de aire, dos salidas USB y un apoyabrazos central con una trampilla para acceder al maletero.

El maletero que es de apertura eléctrica con control gestual, nos ofrece 487 litros para poder cargar maletas tumbadas, ya que no es un maletero alto, sin embargo es una buena capacidad, y a pesar de ser híbrido enchufable no resta capacidad al maletero. Si necesitamos más espacio podemos abatir los asientos de las plazas traseras para obtener un total de 1537 litros.

En marcha este 508 se comporta de cine. Es un coche muy confortable para el día a día y sobre todo para realizar viajes largos en familia. En carretera de montaña si buscamos llevarlo alegre y enlazar muchas curvas seguidas, nos damos cuenta de que es un coche ágil con una buena puesta a punto de su chasis, dirección (que es directa e informa bien de lo que está pasando debajo de las ruedas delanteras) y sobre todo de suspensión sin apenas cabeceos ni balanceos en curva. La suspensión en este caso es adaptativa de manera opcional (1000 euros) y varía su dureza dependiendo del modo de conducción. Gracias a ello se nos incluye un modo Confort que suaviza esta suspensión haciendo que en carretera vayamos como en una nube y en el modo Sport nos de buenas sensaciones en una conducción más dinámica.

Hablemos ahora de la propulsión de esta mecánica híbrida, que consta de un motor de gasolina de 1600cc con 4 cilindros y 180cv asociado a un cambio automático EAT8 y a un motor eléctrico de 109cv con una tensión nominal de 300V. En combinación lo dos motores son capaces de entregar hasta 225cv y 360Nm de par máximo. La caja de cambios EAT8 en este 508 Hybrid cambia su convertidor de par y pasa a tener un embrague multidisco bañado en aceite. Sus pasos entre marcha y marcha son suaves y las transiciones entre el motor de gasolina y el motor eléctrico son imperceptibles prácticamente. Podremos jugar con el cambio gracias a las levas que tenemos detrás del volante, que son grandes y están ancladas a la columna de dirección, y contamos con un modo Brake con el que podremos retener el coche, intentado ahorrar en frenos y a la vez aprovechando esa energía para cargar un poquito la batería del motor eléctrico.

Tenemos varios modos de conducción (Electric, Hybrid, Confort y Sport) en los que varía la dureza de la dirección, suspensión y la respuesta del acelerador. En el modo Electric, teniendo carga en la batería, podremos circular con el motor eléctrico hasta los 135km/h. En el modo Hybrid y Confort combina los dos motores, mientras que en el modo Sport nos entrega todo su potencial moviéndose mayoritariamente con el motor de gasolina y en situación de mucha demanda de potencia con los dos motores. Hemos llegado a circular en modo 100% eléctrico unos 48km, por lo que no se aleja demasiado de lo que marca la homologación (54km), aunque también depende de las condiciones en las que circulemos.

Si necesitamos reservar carga en la batería para usar el modo completamente eléctrico en el centro de las grandes ciudades, podremos hacerlo desde el menú específico de energía, donde podremos ver consumos, el flujo de energía, planificar la hora a la que queremos cargar el coche y el sistema eSave, que nos permite hacer la reserva de 10km, 20km o el máximo de carga. Si escogemos el máximo de carga y lo tenemos con una carga baja de la batería, el motor de gasolina será el encargado de propulsar al 508 y a la vez hacer de generador de energía para recuperar la carga. En este modo en el que recargamos la batería en marcha, el coche se vuelve algo gastón, pero es entendible y es todo un detalle para esas personas que necesitan esa etiqueta 0 emisiones pero no quieren o pueden cargar su coche a diario en casa. El consumo que nos ha dado en esta prueba de unos 500km ha sido de unos 6,3 litros, circulando mayoritariamente en modo Hybrid y Confort y reservando 10km de autonomía. Si realmente usamos el modo Hybrid con batería y sin reservar energía es muy fácil ver los consumos alrededor de los 5 litros.

Una pega que le sacamos es que al ocupar la batería bastante espacio en la parte trasera del coche, perdemos bastantes litros de capacidad en el depósito de gasolina, pasando de los 62 litros de un 508 convencional a 43 de este 508 Hybrid, y notaremos que pasamos a menudo por el surtidor y en viajes tendremos que parar cada 550km más o menos a repostar.

Respecto al puesto de conducción como hemos comentado hay que adaptarse a esta filosofía I-Cockpit, que una vez te haces a ello es una delicia, sobre todo por ciudad donde maniobrando con este volante pequeño. La insonoridad es un punto fuerte a destacar en este 508, gracias en parte a la buena calidad de materiales y acabados, como también a la propulsión eléctrica que hace que el confort de marcha se eleve.

En el apartado de las luces, desde el acabado GT incluye faros delanteros y traseros full led, que alumbran las carretera de 10. En el interior encontramos iluminación ambiente en color azul. Los precios para el 508 Hybrid parten desde los 42.150 euros. Nuestra unidad con el acabado GT, la visión nocturna, el cargador por inducción, los asientos opcionales, la suspensión adaptativa y el audio focal es de unos 48.710 euros con los precios y promociones de la marca a la hora de realizar esta prueba.