El Peugeot Traveller es el monovolumen multiespacio de la marca francesa. Por el canal ya han pasado algunos de sus hermanos, como el Toyota Proace Verso y el Opel Zafira Life, que comparten plataforma y desarrollo. En esta ocasión, nos toca analizar la furgoneta de la marca del León. Este monovolumen se ofrece en 3 tamaños: compact, standar y long, que permiten ajustarse a las necesidades de cada propietario. La unidad que probaremos hoy es la versión estándar, que mide 4,96 metros de largo, 1,92 metros de ancho y 1,89 metros de largo, ofreciendo 8 plazas individuales con buen espacio de carga.

Se ofrece en 4 acabados: Business, Active, Business VIP y Allure, siendo este último el más alto y el que equipa nuestra unidad. Podremos escoger entre distintas motorizaciones, tanto en versiones térmicas como eléctrica, siendo las opciones diésel los motores BlueHDI con 120, 145 y 180Cv; y la versión eléctrica e-Traveller con 136Cv y batería de 75Kwh. La motorización que probaremos es la versión diésel de 180Cv, que asocia un cambio automático por convertidor de par llamo EAT8, que promete una conducción eficiente y relajada. Podremos además incluir el sistema GRIP CONTROL, que nos permitirá salir con mayor facilidad fuera de asfalto y ser más aventureros aún si cabe.

La estética de la Traveller es muy característica, mostrando de inmediato que se trata de un Peugeot gracias a su inconfundible frontal con mirada felina y calandra vertical que aloja al poderoso León. Los faros alojan tecnología xénon y poseen una firma lumínica en led. El lateral pasa más desapercibido por su forma, pero no por sus llantas de 17” y su gran portón deslizante con apertura eléctrica. Finalmente en la zaga, encontramos los pilotos en posición vertical, una gran luneta abatible y de nuevo, el logo del León.

El interior muestra una buena distribución de sus elementos, con una calidad de materiales correcta y unos anclajes buenos. El volante multifunción, de gran tamaño, puede regularse tanto en distancia como en altura, acabado en cuero en este acado Allure. Dentro de él, encontramos el cuadro de instrumentos analógico, con una pantalla TFT en el centro donde encontraremos el ordenador de abordo. Este ordenador es completo, permitiendo tener bajo control los consumos instantáneos y combinados. Por encima del volante podemos ver un HUD que complementará al cuadro de instrumentos, ofreciendo buena información e incluso las instrucciones del sistema navegador. En el centro del habitáculo encontramos el sistema multimedia, de 7″, con el diseño clásico de los Peugeot. Ofrece navegación, conectividad con Android Auto y Apple Car Play y cámara de visión trasera con imágen de 350º. El sistema climatizador dual se encuentra inmediátamente debajo, ofreciendo botones físicos de muy fácil uso.

No podemos hablar de un vehículo multiespacio si no hablamos de las soluciones de almacenamiento. Encontramos un amplio hueco en la parte inferior de la puerta, un hueco algo más pequeño un poco más arriba, y uno más pequeño junto a los elevalunas eléctricos. Pasando al salpicadero, encontramos un cajón en la parte superior ideal para guardar documentos, una guantera superior refrigerada, y la propia guantera con gran capacidad.

El puesto de conducción es muy cómodo, ofreciendo una buena altura para poder dominar la carretera. En este acabado Allure están acabados en cuero, ofreciendo masaje, ajuste lumbar y calefacción en 3 intensidades. Encontramos un reposabrazos anclado al propio respaldo tanto para conductor como copiloto. Sus ajustes son eléctricos, pudiéndose regular tanto en distancia como altura, así como inclinación del respaldo.

El acceso a la segunda y tercera fila de asientos se realiza a través de un portón con apertura eléctrica, que podremos accionar desde la puerta, las plazas delanteras, las propias traseras y desde el mando. El acceso es cómodo, teniendo una gran altura en el interior. Los asientos son totalmente individuales, pudiéndose abatir de forma independiente. Están acabados en cuero, y ofrecen un gran recorrido para ajustar la distancia de los asientos. Si levantamos la cabeza, encontramos dos techos solares panorámicos divididos por el sistema climatizador, con regulación de flujo y temperatura a través de una ruleta y salidas de aire en el techo para que en todo momento los ocupantes vayan sin pasar calor o frio. El acceso a la tercera fila es igual es igual de cómodo, pudiendo abatir las plazas de la segunda fila para facilitar su entrada. Poseen el mismo espacio que la segunda fila de asientos, de igual manera independientes. Son por tantos unas plazas de verdad, que permiten viajar cómodamente durante muchos kilómetros.

La modularidad del interior es sobresaliente, pudiendo configurar las plazas a nuestro gusto, quitando o colocando plazas bajo demanda. Existe una opción que cuesta 103€ donde perderemos una plaza pero conseguiremos un espacio diáfano entre plazas al colocar la segunda fila de asientos mirando hacia atrás, por lo tanto un extra muy interesante si queremos crear un ambiente que invite a conversar.

El maletero no se ve limitado por esta tercera fila de asientos, ofreciendo una capacidad de 600L. debemos tener en cuenta que disponemos de mucho espacio hasta el techo. Si retiramos la tercera fila de asientos, aumentaremos esta capacidad hasta los 1000L, y si retiramos la segunda, alcanzaremos la friolera de 2700 L, capacidad más que suficiente para poder introducir objetos muy grandes.

El motor que equipa nuestra unidad es el más alto, el BlueHDI de 180Cv, asociado a un cambio automático por convertidor de par llamado EAT8. Es una opción muy acertada, ya que proporciona a este monovolumen potencia de sobra para moverse muy bien. Recupera velocidad de manera firme, no se siente falto de potencia, pero si algo perezoso a bajas, algo normal por otra parte dado el tipo de transmisión al que está asociado. El cambio es cómodo, ofreciendo buena respuesta y con la posibilidad de controlar las marchas a demanda a través de las levas que encontramos tras el volante.

Los consumos son correctos, homologando 7,3L/100km según el ciclo WLTP. Nuestras sensaciones son muy buenas, obteniendo un consumo medio de 7L en carretera abierta, que es el entorno donde consideramos que es más correcto probar un vehículo de tales características. El consumo se moverá por tanto entre estos 7L y los 8L si lo utilizamos más por ciudad, un consumo al igual de correcto al tratarse de un coche que supera los 2.000kg y tiene 8 plazas.

La dirección es cómoda, pecando de poca precisión y de pedir demasiado giro de volante para transmitir al asfalto. La suspensión nos ha sorprendido, porque filtra muy bien y consigue crear un gran confort en marcha.

En cuanto a ayudas a la conducción, viene muy bien equipado en cuanto a sistemas se refiere:

  • Alerta de riesgo de colisión + Active Safety Brake.
  • Aviso del cambio involuntario de carril.
  • Ayuda a la frenada de urgencia.
  • Cambio automático de las luces de cruce / carretera.
  • Control de estabilidad.
  • Control de presión en neumáticos.
  • Control de tracción.
  • Control de tracción inteligente (Grip Control).
  • Cámara de visión trasera.
  • Peugeot Connect (asistencia localizada y llamada de urgencia SOS).
  • Reconocimiento de señales de tráfico.
  • Regulador de velocidad activo.
  • Regulador y limitador de velocidad.
  • Vigilancia de ángulo muerto.

Los precios para la Peugeot Traveller parten desde unos 33.000€ para la versión Bussiness con motor de 120Cv, siendo el precio de nuestra unidad con acabado Allure y motor de 180Cv de 49,913€ según configurador en el momento de realizar esta review.