El Opel Crossland se actualiza para mantenerse al día en este 2021. Ahora pierde la X y presenta leves cambios estéticos. Al tratarse de un restyling las medidas se mantienen idénticas al Crossland X que ya conocíamos, y por si no lo sabías, se fabrica en nuestro país, concretamente en la planta de Zaragoza y comparte plataforma, motores y tecnología con el Citroën C3 Aircross.

Respecto a las versiones en este Crossland, como novedad se añade el acabado deportivo GS Line y en el apartado de las propulsiones son las que ya conocíamos anteriormente. Tenemos dos motores de gasolina tricilindricos con potencias de 110 y 130cv y en diésel los 1.5 de cuatro cilindros y 120 o 130cv. Las cajas de cambios son de 6 velocidades tanto manuales como automáticas. Otra de las primicias de este Crossland es que se integra un sistema Intelligrip, que mejora la tracción (siempre delantera) en zonas de barro, nieve o arena.

Fijándonos en el frontal, observamos que estrena el nuevo lenguaje de diseño de la marca, visto por primera vez en el nuevo Mokka, con la parrilla denominada Opel Vizor, que se trata de una lámina en negro brillante que une los dos faros delanteros, dando una sensación de mayor anchura a este Suv urbano. Los faros son de nueva factura y en las versiones más altas cuenta con tecnología Led para las luces de carretera alumbrando francamente bien. El parachoques también presenta un nuevo diseño con detalles en gris y cromado.

El lateral se mantiene intacto, salvo las llantas que tienen un nuevo diseño y en este acabado Ultimate tenemos las bicolor de 17” que combina a las mil maravillas con el contraste del color rojo y techo negro.

Y en la trasera nos encontramos con unos faros ahora con un fondo en gris, y unidos por una franja en negro al estilo del frontal. Las letras de Crossland cambian y vienen deletreadas debajo del logo de Opel. El parachoques también cambia de manera disimulada el diseño.

El interior se mantiene idéntico al que ya conocíamos del Crossland X. La calidad de los materiales es correcta, aunque abusan de plásticos duros. Como punto positivo, en este interior encontramos un espacio amplio con soluciones de monovolumen, y es que las plazas traseras se pueden desplazas hasta 15cm longitudinalmente y también podremos inclinar en varias posiciones esta banqueta. El maletero, que es de apertura manual en todas las versiones, cuenta con 410 litros ampliables a 520 litros, dependiendo de la posición de la banqueta trasera. Este maletero también cuenta con un doble fondo para distribuir mejor los objetos.

En las plazas delanteras encontramos unos nuevos asientos con certificación AGR que mejora la ergonomía. Podrían ser calefactables al igual que el volante, pero en este caso nuestra unidad no cuenta con ese extra. Estos asientos están forrados en cuero sintético en su parte exterior y en el interior en alcántara. Otro detalle que nos ha gustado de nuestra unidad de pruebas, es que cuenta con un techo solar panorámico opcionalmente, que le da más sensación de espacio y luminosidad a este interior, una pena que el cristal no pueda abrirse.

Puesto en marcha con este Crossland, notamos que es un coche pensado para ir en familia de manera tranquila tanto para el día al día como para alguna escapada en verano a la playa por ejemplo. Nuestra unidad cuenta con el motor de gasolina más potente, el 1.2 Turbo de 130cv asociado al cambio automático de 6 velocidades de tipo convertidor de par. Este motor mueve correctamente los 1360kg que pesa este Crossland, entregándonos 230Nm de par máximo a las 1750rpm y los 130cv a las 5500rpm, y para nosotros es el motor ideal de escoger en este Suv urbano. Los consumos son algo altos para tener un motor de tres cilindros y 130cv, ya que homologa unos 6,2 litros cada 100km, y en nuestra prueba, realizando la conducción que tendría cualquier persona con este Crossland y sin buscar tampoco una conducción ecológica, nos ha salido unos 7 litros. El cambio automático de 6 velocidades es suave ya que es de tipo convertidor de par, pero se ve algo anticuado y la gestión del cambio es algo lenta hasta en el modo manual. Se nota que es una caja de cambios antigua y que ya el grupo PSA instala cambios automáticos nuevos de 8 velocidades que funcionan con más fluidez.

La suspensión se ha mejorado, instalando en el eje delantero una suspensión de tipo Mcpherson y en el eje trasero unas ruedas tiradas por un eje de torsión. Es de blandita y el coche presenta balanceos en curva, debido a que es un coche pensado para la confortabilidad de sus ocupantes, eso sí en ciudad filtra de manera más que correcta las irregularidades del terreno. La dirección se ha mejorado en este Crossland para ofrecer un tacto más directo, aunque nosotros no hemos notado mucha diferencia con el Crossland X. Tiene una gran asistencia y podríamos decir que podemos mover el volante con un solo dedo a la hora de aparcar, y es algo artificial. Lo bueno que tenemos es que a la hora de conducir por un ambiente urbano, es muy maniobrable y su radio de giro es bastante amplio. Los frenos, paran de manera correcta a este Crossland, pero el primer toque al pedal del freno no notamos contundencia, mítico en coches de este segmento.

En conclusión el Crossland es un coche pensado para la familia, muy cómodo y espacioso, sin ninguna expectativa de deportividad, ya que ni tenemos modos de conducción, ni una suspensión que nos permita trazar curvas a grandes velocidades. Los precios para el Crossland parten de los 20.000 euros con el acabado Edition y el motor diésel de 110cv y cambio manual, mientras que nuestra unidad con el acabado Ultimate y el motor de gasolina de 130cv con el cambio automático AT6 tiene un precio de 26.300 euros con los descuentos y promociones de la marca a la hora de realizar esta review.