Aunque el Subaru Outback se parezca mucho al anterior, es completamente nuevo, con una plataforma nueva, estrenada en los nuevos XV y Forester. Este Outback se trata de la sexta generación posicionándose como el SUV entre comillas más grande de la marca, y digo entre comillas porque se sitúa entre un SUV y un familiar. Mide 4,87m de largo por 1,87m de ancho y 1,67m de alto, lo que se traduce en 6cm más largo, 3 más ancho y 7cm más alto. La batalla se mantiene igual con 2,74m.

Respecto a los acabados tenemos tres: Trek, Field (como el de nuestra unidad) y el acabado Touring. Debajo del capó encontramos un bloque de gasolina atmosférico de 2,5 litros y 4 cilindros en disposición Boxer que rinde 169cv. Siempre está asociado a un cambio automático Lineartronic y a una tracción integral llamada por la marca como Symmetrical All Wheel Drive. Esta propulsión luce la etiqueta C aunque la marca nos ofrece la instalación de GLP por 2000 euros más con la que obtendremos la etiqueta ECO.

El diseño exterior ahora es más atractivo y nos atrevemos a decir que más campero, sin perder la esencia de Subaru. Se puede escoger hasta en 8 colores distintos siendo el nuestro el Ice Silver Metallic. Los faros tantos delanteros como traseros son más estilizados con su firma lumínica en forma de C homenajeando a la disposición de los cilindros de su motor de gasolina. El lateral aunque es parecido al anterior vemos ahora unos pasos de rueda con más plástico negro y formas irregulares que le dan robustez. Las barras del techo son mucho más grandes y gracias a ello mejora la estética off road y nos permite hasta instalar una tienda de campaña. Las llantas siempre son de 18” en medidas de 225/60, y en este acabado Field vienen en negro. El parachoques delantero cuenta con más protecciones en plástico para darle un aspecto más campero y en la parte trasera pasa exactamente lo mismo.

El interior ahora muestra mejor calidad de materiales, aunque queremos aclarar que el anterior ya contaba con una buena realización de sus materiales en el habitáculo. Se percibe cierto aire premium, y es que al fin y al cabo estamos con el buque insignia de la marca nipona. El salpicadero se ha modernizado integrando una pantalla en formato vertical de 11,6” que incluye todos los ajustes del vehículo, la cámara de visión trasera, la conectividad plena para smartphones… En la zona más baja vemos todos los ajustes del climatizador bizona, que ha perdido los botones físicos, y en la parte superior de la pantalla tenemos por ejemplo información sobre lo que estamos reproduciendo en el sistema de sonido y parámetros del vehículo. Es una pantalla que tiene una calidad de gráficos y táctil correctos y un paso de menú a menú relativamente rápido. Un detallazo que nos ha encantado, es que tenemos mandos físicos para manejar el volumen del sistema, para desempañar tanto las lunetas delantera como trasera y para subir y bajar la temperatura del climatizador. La instrumentación sigue con la tendencia que vemos en un XV o Forester, con agujas tradicionales para el velocímetro y cuentarrevoluciones y una pantalla TFT en el centro donde podemos ver todos los parámetros de las ayudas a la conducción.

Los asientos son especialmente cómodos gracias a un mullido acolchado. Cuenta con calefacción en tres intensidades al igual que el volante se puede calefactar. Agarran correctamente el cuerpo, cuenta con reglajes eléctricos y el material empleado ha sido el símil de cuero en un color clarito para darle un toque más lujoso a este Levorg. El volante es el mismo que vemos otros modelos de la marca, completamente redondo y de un tacto bastante agradable. Respecto a mandos en el volante cuenta con unos pocos, para controlar el sistema de sonido, control por voz y ayudas a la conducción. También tenemos tres mandos un poco más atrasados, en el volante, para manejar la pantalla TFT.

Las plazas traseras son perfectas para viajar, gracias a un buen acceso a ellas, podemos regular la inclinación del respaldo y la banqueta, que sigue con la tendencia del cuero en color claro, tiene un mullido acolchado. El espacio es perfecto tanto para cabeza como para piernas, y se notan los 3cm más ancho que es este Outback. Otros detalles interesantes en esta segunda fila de asientos, es que tenemos salidas de aire, calefacción en dos intensidades para las plazas laterales, salidas USB, un apoyabrazos central… La plaza central es más estrecha y cuenta con un túnel de transmisión abultado debido a que tenemos una tracción integral, aunque para niños o adultos de mediana estatura no está nada mal.

Un detalle a mejorar de este interior, es que aún incorpora algunos detalles en negro piano, aunque por suerte no son muchos. Únicamente lo encontramos en la caja de cambios, en la zona que bordea los tiradores y en el reposa bebidas del apoyabrazos central trasero.

El maletero, que cuenta con apertura eléctrica, nos esconde una capacidad de 522 litros, 10 litros más que la generación anterior. La boca de carga es confortable ya que es bajita y enrasada con el piso del maletero. Aquí también encontramos detalles que se agradecen en el día a día, como una rueda de repuesto convencional, un cubre maletero de goma para no ensuciar la tapicería, abundantes ganchos para sujetar la carga y dos tiradores para abatir los asientos en una disposición 60/40 y llegar hasta los 1822 litros.

Una vez en marcha, seguimos teniendo unas sensaciones muy parecidas a cuando probamos el anterior Outback, un coche hiperconfortable tanto en viajes, como en el día a día, y también fuera de asfalto. Esto es gracias a la buena puesta a punto del vehículo, con una suspensión de un tarado algo blando, que filtra las irregularidades de manera esplendida. El motor de gasolina, de 2,5 litros atmosférico con sus 4 cilindros en disposición Boxer y 169cv, ayuda a mejorar el centro de gravedad del vehículo, y no emite ni una sola vibración. Por cierto su sonido es precioso. Es un motor que mueve correctamente a este Outback, aunque evidentemente no empuja como un motor turbo y no va sobrado de potencia. Este motor siempre tiene que estar asociado a una caja de cambios Lineartronic de tipo CVT de 8 relaciones ficticias, y a una tracción integral, que hace una función excelente, sobre todo en días de frío hielo y nieve.

La caja de cambios lastra un poco al motor, ya que resbala algo y emite mucha sonoridad del motor de gasolina cuando le solicitamos mucha potencia. Los consumos son altos, y es que homologa 8,6 litros, y en nuestra prueba se aproximó mucho a lo que indica la marca. Por suerte en carretera abierta, es fácil bajarlo hasta los 7,5 litros.

La dirección tiene un tacto bastante logrado, ya que no es la típica dirección asistida que puedas mover con un dedo, y es directa. Respecto a ayudas a la conducción contamos con las ya conocidas Eyesight de la marca, aunque ahora por ejemplo se incluye un sistema que si detecta que vamos a golpearnos con el coche de delante, es capaz de mover la dirección para evitarlo.

En el apartado de las luces, como novedad este Outback cuenta con unos faros delanteros matriciales de Led que alumbran la carretera de cine. En la parte trasera tenemos una mezcla de Led y halógeno y en el interior todo es en Led. Los precios parten de los 39.500 hasta los 43.900€ del acabado más alto. Nuestra unidad tiene un precio de 40.150€ en el momento de realizar esta prueba y con los descuentos y promociones de la marca.

Fuera de asfalto este Outback goza de tener unas capacidades que no tiene cualquier SUV. Su altura libre al suelo es de 21,3cm, su ángulo de entrada de 19,7 grados, el ventral de 21 grados y el de salida de 22,6 grados, unas cotas que no están nada mal para aventurarnos por pistas relativamente sencillas. Probamos este Outback tanto por caminos de tierra como por nieve, y sin duda hemos de decir que va francamente bien. Su suspensión trabaja de 10 ya que tiene un tarado algo blando y filtra genial los baches, por lo que podemos llevar a la familia de manera confortable. La dirección al ser bastante directa, le penaliza un poco en este apartado, mientras que la tracción total simétrica hace la función principal para que prácticamente nunca nos quedemos atascados fuera de asfalto, sin duda es de las mejores tracciones 4×4 que hemos probado nunca, ya que el coche va muy agarrado en todo tipo de pistas. Tenemos el X Mode para adaptarlo a nuestras necesidades y en el modo más off road es capaz de desconectar el control de tracción para salir de cualquier problema. Un detalle que nos ha encantado es que tenemos unos neumáticos con mucho perfil para no dañar las llantas, una rueda de repuesto convencional y unos parámetros muy de 4×4 en la pantalla central.