Uno de los deportivos que mas teníamos ganas de probar en Loading Cars era el Subaru BRZ. Las razones que habíamos leído y visto en la red eran obvias, pues clasificaban a este coupé como uno de los últimos deportivos mas puros que existen en el mercado actual. Quisimos comprobarlo de primera mano, y que razón tenían…

El Subaru BRZ es el pequeño deportivo de la marca japonesa. Mide 4,2m de largo, 1,77 de ancho y 1,3 de alto, medidas que junto a su única disponibilidad de 2 puertas lo convierten en un coupé puro. Solo puede escogerse en dos acabados, Sport y Executive, y con un único motor disponible, un 2.0i atmosférico bóxer de 200cv. Una maravilla que analizaremos después.

Este BRZ tiene un gran valor para los mas puristas del mundo del motor, ya que, en plena de los deportivos hatchback con tracción delantera turboalimentados, este es todo lo contrario, pues conserva las cualidades de los auténticos deportivos de la vieja escuela: coupé, motor atmosférico, tracción trasera, y además caja de cambios manual.

La parte delantera, como el resto del coche, va muy pegada al suelo, gracias a su motor bóxer de 4 cilindros que baja el centro de gravedad del coche debido a su disposición, y proporciona un mayor aplomo en la carretera. El frontal contiene unos faros LED de formas agresivas y gran alumbrado. El lateral muestra todo el esplendor de la forma coupé, con una altura baja y unas líneas maravillosas. Las llantas de 17″ cromadas combinan perfectamente con el color Pure Red de la carrocería. La parte trasera es, cuanto menos, muy racing. El alerón que reina sobre la trasera y el enorme difusor que contiene la doble salida de escape no podían quedar mejor.

El interior destaca por una calidad de materiales agradables, con plásticos blandos y detalles en cuero con costuras rojas y fibra de carbono. La habitabilidad es buena, centrándose más en crear sensaciones racing que en el confort. A pesar de ello, encontramos comodidad en sus bonitos semibaquets con las siglas BRZ bordadas en rojo. La instrumentación es analógica, con unos marcadores que enamoran. Sólamente viendo donde se encuentra la zona roja de las revoluciones ya podemos deducir que no estamos ante un deportivo corriente. Junto a los cuadros analógicos encontramos una pantalla tft que nos muestra varios indicadores sobre información más propia de vehículos de competición, como las fuerzas g o los cv/nm de cada instante. Son detalles que marcan la diferencia.

La pantalla de infoentretenimiento es básica pero funcional, y contamos con conectividad Subaru Starlink. El freno de mano se encuentra muy pegadito al puesto del piloto, y junto a la caja de cambios se encuentran los dos botones mágicos que desactivarán las ayudas y nos permitirán deslizar el coche cual Drift King. Los huecos en las puertas son pequeños pero suficientes para dejar la cartera o llaves. La guantera es correcta para dejar la documentación.

las plazas traseras son muy ajustadas, que servirán para trayectos cortos, ya que el espacio es muy reducido.

El maletero cuenta con 243l de capacidad, algo escasa pero aprovechable para dos maletas de pequeño tamaño. Debajo del piso se encuentra un kit antipinchazos.

Y nos ponemos en marcha a bordo de este BRZ, y nada mas introducirnos nos hace sentir el espíritu de piloto de la «old school». El motor es el mencionado anteriormente, un 2.0i bóxer atmosférico de 4 cilindros y 200 caballos. Estos cv los entrega a las 7.000rpm, y entre las 6.400 y 6.600rpm entrega 205nm de par, por lo que tendremos que estirar el cuentarrevoluciones para conseguir la máxima potencia. 

Los consumos varían dependiendo del tipo de conducción que hagamos. Si hacemos una conducción eficiente podemos conseguir un consumo de 8 litros, pero en el momento en que cambiemos a la conducción deportiva, el consumo se irá a las 2 cifras.

La caja de cambios manual de 6 velocidades es de un aspecto muy deportivo, ya que su recorrido y escalonamiento son cortos. Las suspensiones se comportan de maravilla, ya que no son tan radicales como otros deportivos, pero mantienen excelentemente la firmeza y aplomo en la carretera. la dirección es precisa y de una dureza media, pero transmite seguridad al llevar este BRZ. los frenos realizan su función notablemente sobre los 1.300kg de peso de este coupé. Los semibaquets recogen perfectamente el cuerpo y en la conducción deportiva su comportamiento es inigualable. 

En cuanto a las ayudas de conducción, cuenta con las justas, y es normal, porque este BRZ quiere ser lo más puro posible y su intención es transportarnos a las sensaciones de los deportivos de antaño. Contamos con ayuda de arranque en pendiente, control crucero, pero echamos en falta al menos unos sensores de parking para no rozar en ningún momento este bonito deportivo.

Centrándonos en la conducción deportiva, debemos de admitir que este Subaru consigue una nota bastante alta en este tipo de conducción. Su motor es brillante, pues permite estirarlo hasta la zona roja (y debemos hacerlo) para conseguir su máxima potencia. Es un motor con mucho nervio que nos incita a hundir el pedal del acelerador. Los dos botones de desactivación de las ayudas permiten el deslizamiento de la parte trasera, lo que incrementa más aun la diversión, siempre con cuidado, claro. Este es el motivo por el que los neumáticos que calzan las bonitas llantas de 17” sean unos Michelin Primacy y no unos Pilot Sport, por ejemplo. Si montasen estos últimos, nos tendríamos que olvidar de este deslizamiento, ya que el agarre seria máximo, y esto penalizaría la diversión.

 El paso por curva, la suavidad de la caja de cambios, el increíble puesto del piloto y su gran dinamismo lo convierten en una gran opción de compra para los que buscan un deportivo que se resista a las ultimas modas.

 El precio de esta unidad, con el acabado y accesorios mencionados, está en torno a los 31,150 euros.