El Suzuki Ignis recibió a mediados de este año un ligero restyling para actualizar su diseño exterior e introducir algún elemento nuevo en su interior.

El cambio más notable es que ahora toda la gama del Ignis tiene etiqueta ECO, ya que solo se ofrece con una motorización que integra la ya tan normalizada microhibridación: se trata de un pequeño motor 1.2 de 4 cilindros y aspiración natural que rinde 83cv, 7 menos que en la versión previa al restyling. Gracias al sistema de 12V Suzuki asegura que este Ignis consume menos combustible y contamina menos.

Asociado a este motor encontramos una caja de cambios manual de 5 velocidades, aunque también se puede optar una automática de tipo CVT, pero si queremos que nuestro Ignis sea 4×4, tendrá que ser manual sí o sí.

Se ofrece en dos acabados: GLE y GLX, pero que en ambos ofrece un buen equipamiento. La unidad que tenemos con nosotros es el GLX, con el máximo equipamiento posible, caja de cambios manual, tracción AllGrip y en color Azul Speedy.

En el exterior encontramos un nuevo diseño en el frontal, con un paragolpes que muestra una estética más campera y robusta, y unos cromados en forma de U que acompañan al logo de Suzuki. En el lateral no cambia nada, ya que seguimos encontrando las barras en el techo, las llantas de 16” y las tres líneas tan características de este modelo en su pilar C. En la trasera encontramos la misma línea que el paragolpes delantero para demostrar que estamos ante un coche que se defiende fuera de asfalto.

En el interior no encontramos grandes cambios respecto a la versión anterior, solo un menú más en la pantalla tft que incorpora información del sistema mild-hybrid.

Mantiene el sistema multimedia con conectividad, navegación y cámara de visión trasera, asientos con calefacción y acceso y arranque sin llave, propios del acabado GLX.

En las plazas traseras encontramos un buen espacio para piernas y para cabeza, además de que la banqueta es corrediza y el respaldo se puede poner en varias posiciones, lo que lo convierte en un interior muy modulable.

En el maletero encontramos 204L de capacidad en la versión AllGrip. En la versión de tracción delantera tendríamos 260L. Puede introducirse alguna maleta pequeña o varios bolsones de deporte, y es perfecto para un uso cotidiano. Si abatimos las plazas traseras obtendremos un total de 1087L.

Dinámicamente en un coche muy sencillo y fácil de conducir. Su pequeño motor rinde 83cv, suficientes para la conducción urbana, ya que es un vehículo que no llega a los 1000kg de peso. El sistema de microhibridación que integra ayuda a empujar al motor térmico, aunque es imperceptible. Ayuda a reducir consumos y emisiones, rondando los 5 litros y medio en ciclo combinado. Es difícil de superar los 6L de consumo haciendo todo tipo de conducción y yendo por pistas de tierra donde exigimos todo el potencial a este propulsor, por lo que creemos que es un consumo perfecto.

La dirección nos ofrece un giro extraordinario, que nos ayudará a realizar maniobras con más soltura. La dureza es intermedia, y junto al trabajo que realizan las suspensiones, de dureza neutra, nos ofrecen un conjunto que se comporta bien por carretera, y fantásticamente por ciudad y campo. Se nota balanceo cuando vamos a más velocidad y realizamos una curva, algo lógico en un coche corto, alto y de bajo peso.

Incorpora frenos de disco delante y tambor atrás, y no tenemos ningún aspecto negativo que comentar respecto a ellos. En cuanto a la insonorización es correcta, y disponemos de bastante equipamiento y ayudas a la conducción, como control crucero y limitador, aviso de cambio involuntario de carril, aviso de precolisión, cámara de visión trasera, clima, asientos calefactados…

Hace dos años pudimos probar el Ignis en su versión previa a este nuevo restyling, y aunque fue muy corta la prueba off road que hicimos con él, nos sorprendió gratamente la gran habilidad que demostró moviéndose por tierra, así que hemos decidido profundizar un poco más con esta unidad que integra el mismo sistema de tracción, denominado AllGrip Auto. Es la tracción 4×4 que también monta el Swift, con un sistema de acoplamiento viscoso. En castellano, esto significa que el Ignis irá en tracción delantera y enviará fuerza a las ruedas traseras cuando detecte falta de adherencia en el firme.  Además, también incluye una asistencia al descenso de pendientes y un botón para accionar el Grip Control, que enviará más par a la rueda que tenga más adherencia para poder salir de terrenos y zonas más difíciles que pongan a prueba tanto al Ignis como al conductor.

Tenemos que ser sinceros, no hemos probado un 4×4 tan divertido y eficaz en proporción como este Ignis. Demuestra una soltura y una habilidad increíble en zonas con mucho barro. El terreno estaba muy embarrado, con zonas pantanosas, y este pequeño crossover no ha flaqueado en ningún momento, y como decimos siempre, no es por hacer la pelota, es que no hemos podido buscarle las cosquillas. Bueno, sí hemos encontrado un aspecto negativo: el lip del paragolpes delantero, que roza enseguida y tendremos que tener cuidado de no dañarlo.

El resto del conjunto es espectacular: su bajo peso, sus 18cm de altura libre al suelo y su tracción son una fórmula exacta para no temer ninguna zona difícil del campo. Además, el recorrido de la primera marcha es muy cortito, lo que casi actuará como una especie de reductora para ir aún más seguros. Con el amplio recorrido de la dirección y las suspensiones blandas podremos sortear obstáculos sin ningún problema. Como veredicto final, es tan válido para ciudad como por campo. Se merece, cuanto menos, un sobresaliente en el apartado off road.

El Suzuki Ignis incorpora faros LED en las dos versiones disponibles, con un excelente alumbrado y tono. Los precios parten desde los 14.575€. La unidad que estamos probando, en acabado GLX y tracción AllGrip tiene un precio de 17.520€.