Muchas son las marcas que apuestan por nuevas tecnologías para adelantarse al futuro. Los híbridos van ganando terreno (poco a poco) a los vehículos gasolina o diésel, y es por eso que las marcas van poniendo sus cartas sobre la mesa. La pionera del sistema híbrido, Toyota, decidió acompañar a esta tecnología con un diseño que también fuese futurista, un SUV de formas poco convencionales a las que estamos acostumbrados a ver, y que tuviese un aire deportivo. La mezcla de estos ingredientes dio lugar al Toyota C-HR, un SUV crossover con estética coupé y propulsión híbrida. Vamos a analizarlo a fondo.

El Toyota C-HR es el SUV del segmento C de la marca japonesa, aunque por su apariencia crossover parece que estamos ante un segmento b. Mide 4,36m de largo, 1,79 de ancho y 1,55 de alto. Se ofrece en 4 acabados: Active, Advance, Style y Dynamic Plus, y solo existe una motorización híbrida disponible para toda la gama: un motor de gasolina 1.8 atmosférico de 98cv unido a uno eléctrico de 72cv. Unidos, rinden 122cv. La única caja de cambios disponible es la automática clásica de los modelos híbridos de Toyota, el variado continuo e-CVT adaptada a este sistema.

La llegada de este C-HR al mercado supuso una revolución futurista debido a su curiosa estética y a su específica tecnología híbrida. Toyota apostó por el futuro, y su jugada salió como ellos esperaban: un crossover híbrido que atrae miradas y con un gran comportamiento dinámico. 

La parte delantera destaca por su altura y por la mirada agresiva que caracteriza a los últimos modelos de Toyota, además de contar con una zona inferior muy deportiva con esa especie de splitter saliente. El lateral nos muestra la forma coupé de la parte trasera que le posiciona en una transición entre SUV y turismo de forma deportiva, con un alerón en la parte superior y una pronunciada línea marcada por los futuristas faros traseros.

Mención especial a las llantas de 18’’ que incorpora esta versión Advance. La parte trasera se caracteriza por sus elementos que le proporcionan un aspecto de otro planeta, con el antiniebla trasero situado en una posición baja, típico en muchos modelos japoneses. En cuanto a la iluminación de este Toyota C-HR, incorpora en nuestra versión Advance con Pack Plus faros con tecnología Full Led que alumbra perfectamente, además de contar con luces largas automáticas.

Analizado el exterior, toca presentaros el interior, también tecnológico y con un aire renovado. Las calidades de los materiales suponen un paso adelante respecto a sus hermanos pequeños, y es que este C-HR incluye un equipamiento y calidad que es de agradecer. El cuadro de instrumentos es el clásico que incorporan los modelos híbridos de la marca japonesa, con un marcador de potencia y un velocímetro, separados por una pantalla central con distintos menús muy completos, entre ellos las ayudas a la conducción.

La pantalla de infoentretenimiento de 8» está situada en una posición perfecta, alta, para no distraer la vista de la carretera. Podemos equiparla el sistema Toyota Touch 2 para disponer de todas las funcionalidades, como las apps. Esta versión Advance cuenta con el pack plus que incluye entre su equipamiento el sistema de sonido JBL de 9 altavoces y subwoofer (localizado en el maletero) que nos harán disfrutar de nuestra música preferida. Como equipamiento destacable dispone de climatizador bizona, asientos calefactados con regulaciones manuales y freno de mano eléctrico. En cuanto a huecos, éstos son pequeños pero suficientes para dejar objetos como móviles, cartera o llaves. El reposabrazos central sí incluye un hueco más grande. El techo es de color negro, dándole un toque deportivo a la vez que original gracias a un diseño de formas ovaladas que aparecen con relieve en él.

Las plazas traseras continúan con la calidad de materiales que las delanteras, y en cuanto al espacio hemos de decir que este SUV nos engañó: a simple vista parecía que la habitabilidad era escasa. Sin embargo, en cuanto nos pudimos sentar en estas plazas, pudimos comprobar que el espacio para piernas era bueno, y para la cabeza suficiente para una persona de hasta 1,85. El mullido de estas plazas es muy cómodo, incluso en la plaza central. Las ventanas son pequeñas debido a la forma coupé del exterior y a la maneta para abrir la puerta. El tunel de transmisión no es muy abultado, por lo que no restará comodidad para el pasajero central.

El maletero es de apertura manual, y encontramos 377L de capacidad en su interior, con formas regulares y aprovechables, aunque la boca de carga no sea lisa. Si queremos obtener más espacio para el maletero podemos abatir los asientos de las plazas traseras en disposición 60/40.

Nos ponemos en marcha con este C-HR y las impresiones que obtenemos son, en general, satisfactorias. El motor, o mejor dicho, el sistema de propulsión híbrido, empuja bien y no se nota falta de potencia. Este sistema está formado por un motor gasolina de 1.800cc y 98cv, unido a un motor eléctrico de 72cv. Unidos, rinden una potencia máxima de 122cv. Está unido a una caja de cambios automática e-CVT, variador continuo. Esto contribuye a una mejor aceleración, sobre todo a baja velocidad o en ciudad, pero también a que cuando el motor de gasolina se revoluciona mucho, es ruidoso y no se corresponde ese ruido con la potencia ofrecida. Sin embargo no echamos falta de potencia en aceleraciones ni cuestas.

El motor eléctrico funciona siempre que la batería tenga un mínimo de carga, a bajas velocidades, por lo que en ciudad podremos ir sin consumir ni una gota de combustible. La dirección tiene una dureza intermedia, ni muy dura ni muy blanda. Esta se ve endurecida con el modo de conducción Sport, además de que también influye en la respuesta del motor. Las suspensiones son blandas y filtran correctamente las irregularidades de la carretera, además de que el paso por curva es firme, debido al gran trabajo realizado en el chasis de este C-HR. Los consumos en este híbrido son al contrario que en un coche convencional. En ciudad gasta menos que en carretera, consiguiendo un consumo urbano de 4,5L a los 100, mientras que en carretera llega a los 6L. El consumo medio obtenido en la prueba es de 5,6L.

En cuanto ayudas a la conducción, este Toyota está a la última en tecnología, y dispone de sensores de parking con cámara de visión trasera y aparcamiento asistido, sensor de lluvia y luces con luces largas automáticas, sensor de ángulo muerto, control de cambio involuntario de carril, detector de fatiga, aviso de precolisión con frenado de emergencia, control crucero adaptativo…  Unido al amplio equipamiento, lo convierten en una gran opción dentro de su segmento.

En cuanto a los precios de este crossover, arrancan desde los 24.800€. Nuestra versión está en torno a los 26.500€.