El Toyota GR Yaris es un coche demasiado especial. Es uno de esos deportivos  que parecían extintos, imposibles de devolverlos a la vida, y menos en estos tiempos en los que todo fluye hacia la electrificación, pero Toyota lo ha vuelto a hacer. Tras lanzar al mercado al glorioso GR Supra, ahora es el turno del pequeño GR Yaris. Se trata de una versión súper radical y Racing del pequeño urbano de la marca nipona.

Mide 3’99M de largo, 1’80M de ancho y 1’45M de alto, y pasa de tener 5 a 3 puertas debido a un cambio estructural en su plataforma para poder construir un auténtico coche para la competición. Sólo existe esta versión, GR Yaris RZ, siendo el circuit pack el único pack extra que se le puede equipar, muy recomendable si tienes 4600 euros y muchas ganas de pasártelo bien. Toyota ha querido hacer algo legendario, y como ya tenía experiencia en convertir a sus Yaris en auténticas máquinas de rallys, pues ha querido realizar lo propio con el nuevo modelo.

Los ingredientes son prueba de tal experiencia: motor 1.6 turbo con 3 cilindors y 261 cv, caja de cambios manual de 6 velocidades, tracción a las 4 ruedas GR Four y, en el caso del circuit pack, diferenciales delantero y trasero torsen. En que se traduce todo esto? En un resultado espectacular. Un coche de calle perfecto para quemar el asfalto de cualquier circuito, una máquina que devora curvas con una destreza extraordinaria.

El diseño es también uno de sus pilares fundamentales. El aspecto es radical, con una baja altura y unos paragolpes muy ensanchados. Su parte delantera muestra una mirada agresiva, y gracias al circuit pack tenemos entradas de aire para conseguir una mejor refrigeración en los enormes frenos. El lateral enseña una línea original y muy japonesa, con llantas forjadas firmadas por BBS gracias al circuit pack y el toque de las pinzas en rojo que le sienta de lujo. La trasera nos encandila con una buena anchura, unos faros que vienen del lateral y una parte inferior con un difusor que integra dos salidas de escape reales, aunque no son muy sonoras.

El interior es sencillo y sobrio, sin lujos ni detalles premium, nada que nos distraiga de lo que ocurre en la pista. El cuadro de instrumentos es clásico, cuentarrevoluciones y cuentavueltas en analógico y en el centro una pantalla tft con información de consumos, autonomía, sensores de presión de ruedas, temperatura del aceite y soplado del turbo, y demás info del sistema multimedia y ayudas a la conducción. El sistema multimedia es el Toyota Touch 2, y dispone de conectividad pero no de navegación. Debajo encontramos un clima bizona, botonería para seleccionar el modo de conducción y la caja de cambios con freno de mano manual.  Los asientos merecen mención aparte. De estética semibaquet, ofrecen un agarre excelente en curva manteniendo un gran confort y comodidad. Disponen de reglajes manuales.

Las plazas traseras son pequeñas, y solo pueden entrar dos pasajeros, ya que la plaza central no está homologada. El maletero es de apertura manual y dentro encontramos 174L, ampliables si abatimos los asientos de las plazas traseras. Debajo del piso se ubica la batería, ya que no cabía en el vano motor.

Las sensaciones que nos regala este GR Yaris en pista son fantásticas. Es un deportivo muy divertido y eficaz, demasiado radical para ser un Yaris. Es seco, rápido y tiene una gran habilidad para trazar curvas, gracias a la puesta a punto que ha realizado Toyota y al circuit pack extra. Comenzando con el motor, de 1.618 centímetros cúbicos y 3 cilindros, inyección mixta y relación de compresión de 10,5 a 1, rinde notablemente y estira casi hasta las 7000 vueltas, con un empuje explosivo (360nm), aunque no deja de ser un motor de 3 cilindros: las vibraciones a bajas vueltas y el poco sonido deportivo son sus puntos débiles. Pero en cuanto a rendimiento, nos dejó con buen sabor de boca y con unos consumos contenidos, ya que los esperábamos más altos: obtuvimos una media de 8,7L contando la jornada de pruebas en el Circuito del Jarama. La caja de cambios tiene un tacto exquisito, con unos pasos de marcha bien definidos y un escalonamiento normal tirando a corto.

La dirección es dura y transmite mucha seguridad en cada giro y maniobra, ya que es muy precisa. Las suspensiones son de un tarado muy deportivo, racing, muy secas para ciudad y perfectas para circuito y tramo. El Yaris pasa como una tabla por cada curva, y entre las suspensiones y los asientos vamos a sentirnos como en un auténtico coche de competición. El reparto de par en ambos ejes está ajustado en un 60-40 (delantero-trasero) en el modo normal, 30-70 en el sport, y 50-50 en el modo track. Los frenos delanteros son de 4 pistones y disco de 356mm, mientras que los traseros son de un pistón y 297mm de disco. Es uno de los mejores elementos del coche: tienen buena potencia de frenada, no se nota fatiga y además disponen de buena refrigeración.

El puesto de conducción, en su regulación más baja, es algo alto para algunas personas, por lo que no es del agrado de todo el que lo prueba. En mi caso, me he sentido muy cómodo e integrado en este GR Yaris. En cuanto a las ayudas a la conducción, integra aviso de cambio involuntario de carril con corrección y guiado, control crucero adaptativo y cámara de visión trasera. El precio para este Toyota GR Yaris RZ es de 33.180 euros, y si lo quieres con el circuit pack, te saldrá por 37.807 euros. Creemos que es un precio muy bueno por un deportivo que no tiene ningún rival con las mismas características actualmente en el mercado. Es una pena que ningún fabricante más se lance a crear algo así. Aquí tienes la videoprueba que hemos realizado de esta joya: